¡Bienvenidos a mi blog! Soy la profesora de Inglés, Laura Fischetti. Me siento muy entusiasmada de emprender otra nueva aventura en el camino de las TIC. La intención de incorporarlas a mi vida como docente viene desde hace años en mi, ya que siempre he sentido mucha atracción hacia ellas. Ahora bien, reflexionando como eran mis clases antes y después del coronavirus, considero que en mis cursos, generalmente he aplicado las 2 primeras concepciones de uso propuestas por Monereo y Badia Garganté. Cuando comenzó la pandemia, hacía varios años ya que trabajaba con Moodle, pero solo como soporte de mis clases presenciales. Considero que el uso de las TIC ha sido considerado en mis clases como un instrumento cognitivo a través del uso de recursos digitales como audios y videos. Con respecto a mis clases presenciales, utilizaba soportes audiovisuales (ppt, prezi, ect.) y actividades de gamificación (Kahoot, etc.) Mis alumnos venían trabajando presencialmente desde sus dispositivos móviles con diccionarios online y realizando infografías en Canva, por ejemplo, para hacer sus presentaciones y usando murales colaborativos como Padlet para compartir sus producciones. Es decir que el uso de las TIC por parte de mis alumnos ha consistido en escribir, acceder a información en internet y elaborar, estructurar y comunicar contenidos.
A pesar de ya haber comenzado a incorporar el uso de las TIC a mis prácticas antes de la pandemia, el impacto del aislamiento en mi forma de trabajar fue brutal. La falta de presencialidad hizo que tuviera que rediseñar mis ambientes educativos digitales y repensar mi forma de enseñar. Comencé a utilizar recursos mas interactivos como Genial.ly para presentar contenidos a mis alumnos, convertí mis presentaciones en Powerpoint en videos multimedia grabando mi voz. Aprendí a usar pizarras digitales como Jamboard para que mis alumnos participaran en las clases sincrónicas. Además, me vi obligada a cambiar el modo de evaluar. Tuve que enseñarles a usar Google Docs y Google Slide para que ellos pudieran trabajar colaborativamente sincrónica y asincrónicamente en forma virtual para poder realizar trabajos prácticos grupales. En ese caso, les propuse aprender una herramienta usando las TIC para guiarlos y al mismo tiempo son el objeto de estudio. También incorporé formularios de Google y cuestionarios de Moodle para evaluaciones. Con respecto a las presentaciones orales, se transformaron en videos y grabaciones de voz.
Actualmente estoy aplicando la metodología activa: Aula Invertida en este contexto híbrido. Utilizo las TIC para introducir el tema (por medio de videos tutoriales, imágenes, infografías, etc.) ,ejercitarlo (por medio de ejercicios online) y para evaluarlo ( páginas interactivas, formularios de Google, foros, etc.) En la presencialidad se hace práctica oral y trabajos colaborativos.
El trabajo ha sido arduo y siento que es solo el comienzo. Comparto la postura de Monereo y Badia Garganté: "Sería realmente costoso encontrar en la actualidad alguna actividad humana en la que no interviniesen, directa o indirectamente, las TIC. En el terreno educativo, aunque su potencial está infrautilizado, como han mostrado algunos estudios sobre su utilización en las aulas, su presencia e influencia aumentan de forma lenta, pero imparable, promoviendo y generando nuevas situaciones de enseñanza y aprendizaje que suponen nuevos desafíos para esos emigrantes digitales, ..., que somos los docentes atrapados entre la cultura impresa y la cultura digital. De forma esquemática, esos desafíos afectan a todo el proceso de transformación de los contenidos informativos en conocimiento utilizable, comunicable y evaluable. Cada una de las fases de este proceso se ha visto afectada por las TIC, desde la selección del contenido a enseñar, a sus modalidades de presentación, a las formas de negociación y apropiación de su sentido y significado, y a los sistemas de demostración y comunicación de lo aprendido. Por supuesto, esas nuevas situaciones no siempre han ido acompañadas de una nueva intencionalidad educativa; en la mayoría de los casos han obedecido a los supuestos epistemológicos y a las concepciones psicoeducativas dominantes en cada colectivo e institución y, en consecuencia, han contribuido poco a una innovación real." Evidentemente hay mucho más que cambiar. Me interesa mucho aprender a utilizar el tercer tipo de posicionamiento conceptual que concibe las TIC como herramientas que deben ponerse al servicio de la consecución de las finalidades educativas ya que, como explican Monereo y Badia Garganté: "De este modo, las tecnologías de la información y la comunicación, consideradas como un tipo muy sofisticado de herramienta mediadora, poseen el poder de transformar los procesos de aprendizaje y la activación de las estrategias, relativos tanto a la toma de decisiones que se puede llevar a cabo, como al tipo y naturaleza de las acciones de aprendizaje de los alumnos." Es por ese motivo que estoy realizando este curso. ¡Vamos por mas!
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